La cortesía gana guerras sin derramar sangre

Las Habilidades Interpersonales son, con seguridad, la formación que más nos demandan. Nuestros clientes quieren el secreto del éxito a golpe de lecciones sencillas. Ardua tarea pero necesaria. Tienen razón, las habilidades lo son todo; muy especialmente, la CORTESÍA.

Después de dos décadas, no solo formando sino investigando en nuevas metodologías más eficaces (Lego Serious Play®, scrum, coaching, mentoring, pedagogía sistémica, mesas de trabajo, estudio de casos, etc.) para conseguir nuestro objetivo de la manera más eficiente, hemos llegado a algunas conclusiones que os compartimos con la idea de que os puedan ser útiles:

Antes de nada, nos gustaría aclarar que en Audazia no ofrecemos cursos. No decimos que no sean útiles, decimos que no entra dentro de los servicios que queremos brindar aunque agradecemos muchísimo que nuestras formaciones sean conocidas y reconocidas y que nos sigan llamando por ello.

  • En Audazia utilizamos la formación y la capacitación como herramientas para lograr objetivos.
    • FORMACIÓN: Preparar intelectual, moral o profesionalmente a una persona o grupo de personas.
    • CAPACITACIÓN: Habilitar, hacer apto a alguien para algo.
  • La formación y la capacitación deben estar alineadas con el propósito y, en ningún caso nos sirven fórmulas estandarizadas sino que cada cliente, sea individuo u organización, precisa de servicios hechos a medida para garantizar su utilidad.

La Inteligencia Emocional es transversal a todas las formaciones pues, entendida como la adaptación del ego, es imprescindible en una sociedad en la cual el individuo, solo por sí mismo, no puede alcanzar la excelencia, el bienestar o la felicidad, sino que necesita de los demás.


¿tu ego es más grande que tú?

 

  • La Inteligencia Emocional, en la práctica, está compuesta por ciertas habilidades intra e interpersonales que pueden variar según diversas teorías.
  • Las personas que trabajan en Audazia han sido entrenadas previamente para potenciar su Inteligencia Emocional pues es altamente contagiosa y si no se tiene es difícil de transmitir.
  • Las habilidades intrapersonales fundamentales son el autoconocimiento, la autoaceptación, la autoestima, automotivación y la autorregulación. Si las tienes, ya estás preparado para dar el paso a tener relaciones más saludables y beneficiosas con los demás.
  • Las habilidades interpersonales tienen como núcleo la COMUNICACIÓN, en todos sus modos, formas y expresiones: negociación, asertividad, empatía, escucha, liderazgo, proactividad, resiliencia, flexibilidad, creatividad y, sobre todas las cosas, CORTESÍA.
  • Aunque la Cortesía no sea de las habilidades más requeridas, sí que lo es el PROTOCOLO y ambos están íntimamente relacionados:
    •  La Cortesía es la demostración con la que se manifiesta la atención, el respeto y el afecto que se tiene a los demás, aún cuando no se tiene.
    • El Protocolo es la normativa explícita para ejercer la cortesía.
  •  Para y con cada cliente solemos fabricar sus propios protocolos pero estos siempre derivan de la cortesía occidental y la idiosincrasia del lugar en el que nos hallamos. Hay más de 200 tratados sobre Cortesía en la Biblioteca Nacional de España y, aunque todos son definitorios, ninguno tiene capacidad para ser definitivo en tanto que las relaciones humanas son muy complejas, como ya seguramente sabréis. De ahí que la lógica y los principios de solidaridadgenerosidad y las buenas costumbres que, a través de los años, han demostrado que funcionan, nos ayuden a conocer mejor esta habilidad que ha ganado guerras sin tener que derramar una sola gota de sangre.

No hay espacio suficiente aquí para explicaros las infinitas formas que tiene la cortesía para ejercitarse, pero os contamos algunas pistas que suelen ser las más recurrentes en nuestras sesiones de trabajo:

  • La cortesía es la elegancia con la que eres capaz de expresarte.
  • Llegar tarde a las citas por norma es una obvia falta de cortesía pero solo porque implica una desconsideración hacia el tiempo del otro.
  • Decirle a alguien (adulto) lo que piensas, sin que te haya preguntado, es falta de cortesía y de inteligencia. Escribirlo es una estupidez supina.
  • Si necesitas decirle a alguien lo que piensas porque te parece que ello puede cambiar el curso de la historia, elige el momento y el lugar. El momento tendrá que ver con tu interlocutor y el lugar lo tienes que poner tú. Ir a casa de otro a criticarle es una falta terrible de cortesía y de educación.
  • Los contratos se hicieron para evitar malentendidos y connotaciones emocionales. Todo lo importante debe estar por escrito y debes conocerlo. Los contratos son fundamentales porque representan tu palabra y tu honor. No respetarlos delata falta de nobleza.
  • Saludar aunque los demás no saluden, ofrecer aunque los demás no ofrezcan, escuchar antes de hablar, dejar salir antes de entrar, no empezar a comer hasta que todos estén en la mesa, etc. son costumbres que nos enseñaron nuestros antepasados, que tienen lógica y que funcionan. Úsalas. Si interpretas que eso es ser menos, te estás equivocando y, si sufres la tentación de compararte con alguien, hazte un favor y compárate contigo.
  • La cortesía implica proactividad, sé el primero en levantarte, en recoger, en presentarte voluntario, en pedir disculpas, en sonreír… y serás el primero en todo.
  • La gente es agotadora y molesta. Tú también eres gente.
  • La cortesía ama la humildad y el silencio. Ambos son socialmente inteligentes.
  • Todos somos interesados. No nos movemos si no existe un interés. Procura que el tuyo sea lo más ético posible.
  • Cumple aquello que prometes y aunque no lo prometas. Eso define quién eres.
  • La comodidad mata la cortesía. La comodidad es lo fácil, la tranquilidad, la falta de pasión. Si esos fueran nuestros principios de vida moriríamos sin vivir. La comodidad solo es necesaria en la intimidad, todo lo demás exige incomodidad y esfuerzo. Si no te lo crees, cuéntanos por qué para algo que consideras importante te vistes de una manera y para estar en tu casa, de otra.
  • Decirle a los demás lo que sientes y lo que te duele todo el tiempo es garantía de que huyan de ti. Todos tenemos nuestros problemas. Deja de preocuparte y empieza a ocuparte de ellos, los demás no los van a solucionar y tu autocompasión tampoco.
  • La cortesía puede ayudarte a tomar decisiones de forma equilibrada: si la situación es racional ponle emoción, y viceversa.
  • No des lecciones si no eres maestro. No trates de curar si no eres médico. No psicoanalices si, al menos, no estudiaste Psicología, cuatro años, en una universidad certificada. Deja a los demás hacer su trabajo y tú haz el tuyo lo mejor que puedas y sepas.
  • Si propones hacer un gasto como salir a comer fuera, comprar un regalo o invertir en bonos del estado, propón también pagar, no hagas a los demás prisioneros de tus fantásticas ideas.
  • No trates a los demás como te gustaría que te trataran a ti. No conocemos tus gustos. Trata a los demás lo mejor que sepas, como si fueran lo máximo. No todos responderán. No inmediatamente.
  • La cortesía no existe sin el RESPETO. Respeta lo que dicen los demás. Respetar no es aplaudir, es saber escuchar y si eso no te aporta nada, sonreír y seguir adelante. No tienes por qué pensar lo mismo, no tienes por qué discutir con todos los que no piensan como tú, no seas ridículo. De hecho, solo aquellos que piensan distinto reforzarán tus ideas. Dales las gracias.
  • La cortesía es una habilidad. Ni la sobrevalores ni se te ocurra infravalorarla.
  • Si alguno de estos tips ha herido tu ego, ya tienes algo sobre lo que reflexionar.

Para terminar y, si os apetece, podéis contarnos los ejemplos de situaciones en que la cortesía os funciona, aquí mismo, en los comentarios. Gracias.

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